Acabo de terminar de grabar un nuevo taller para una empresa de educación online sobre agotamiento laboral o Burnout. Estoy muy orgullosa.
Este ya es el quinto taller que he hecho en estos últimos 2 años de esta forma, la verdad ha sido un tremendo éxito y lo más importante: me ha permitido comunicarme y llegar ¡a miles de personas!
Mirando hacia atrás me hice la siguiente pregunta: ¿Me hubiera imaginado hace 3 años atrás que estaría trabajando, comunicando frente a una cámara de esta manera? ¿Me hubiera imaginado que estaría invitada a entrevistas en redes de personas o empresas de otros países y trabajando con alguna de ellas en forma permanente sin habernos conocido nunca en persona?
Mi respuesta habría sido “¿Nooo, no me lo imagino, o sea: ninguna posibilidad!” Estaba acostumbrada a lo presencial hasta antes de la pandemia, y cuando esta llegó, pensé: “lo que yo hago como coach y consultora es tan personal que creo será difícil sobrepasar este obstáculo”… francamente no veía muchas posibilidades.
Pero empecé a mirar a mi alrededor, empecé a escuchar a observar qué tendencias y sobre todo -y lo que más me motivó- a salir de mi caja de zona de confort fue: cómo podía ser un aporte desde mi quehacer profesional, cómo podía ayudarme a mi y a otros a navegar y transitar mejor este mar lleno de incertidumbres e incertezas, este mar del no controlar lo que viene.
Así empezaron a aparecer los desafíos y opciones del trabajar y funcionar en forma online o remota, hasta comencé a hacer yoga y pilates por YouTube ¡al principio tímidamente y teniendo poca fe! Tuve que desafiarme a aprender nuevas tecnologías, nuevas formas de comunicación, a hacer más eficientes los tiempos, a sorprenderme al principio de los niños apareciendo en pantalla o el perro o gato pasando por el lado, de reírme mucho con algún chascarro a raíz del micrófono o cámara encendida cuando no debía estar 😂😂😂.
¡Hubo situaciones geniales! Que algo ayudaban a sentirnos más contentos y alegres entre tanta preocupación por los contagios y la enfermedad.
Hoy el trabajo online llegó para quedarse, en algunos casos en forma definitiva. Nos ha hecho valorar nuestros espacios en familia y nuestros espacios propios, nos ha enseñado a ser más efectivos con nuestros usos del tiempo de alguna manera a muchos nos ha llevado a valorarlo más; nos ha abierto la posibilidad de establecernos en lugares con mayor calidad de vida sin perder nuestra eficiencia profesional ni nuestro lugar de trabajo, nos abrió las puertas a la educación online... a estudiar en reconocidas universidades sin que lo remoto signifique una menor calidad ni mucho menos.
Para muchos, como yo, ha sido un tremendo cambio lleno de posibilidades, y también ha sido muy difícil sobre todo si no estábamos tan preparados en lo digital. Algunos estudios dicen que la pandemia adelantó como 20 o 30 años los cambios en la era digital, hay áreas y trabajos que nunca volverán a ser como eran antes, otros que se transformaron, como la telemedicina u otras profesiones o trabajos que con el tiempo tenderán a desaparecer.
Es parte de la evolución -o adaptación- a las nuevas formas de relacionarnos y de vivir lo que nos está tocando transitar.
El lado oscuro o lado B de la digitalización exagerada es la despersonalización, el riesgo de deshumanizarnos, tema del cual tenemos que hacernos cargo desde donde estemos; ¡preocuparnos de aprender nuevas herramientas no solo tecnológicas sino que también emocionales, herramientas que me permitan prevenir el agotamiento laboral o Burnout, herramientas que me permitan ser cada vez más humano y consciente y desde ese lugar tener un mayor nivel de bienestar y felicidad con-sentido.
“El síndrome de burnout o "síndrome del trabajador quemado" hace referencia a la cronificación del estrés laboral. Este se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y llega a alterar la personalidad y autoestima del trabajador.”
Como Siempre digo y repito hasta el cansancio: ¿Cuál es nuestra opción y sobre que SÍ tenemos el control?
Elegir desde donde vivo estos cambios, esa es nuestra gran libertad... desde el pesimismo y la tristeza de los tiempos que no volverán o desde el optimismo y las ganas de visualizar oportunidades y ¡nuevos aprendizajes!
Carolina Carmona Alba
Fundadora de Con Sentido
Talleres on-line disponibles de Carolina Carmona Alba en: www.sasi.cl
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