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¿Simpático o empático?

Empatía: esta es una de las palabras más usadas creo yo hoy en día... ¡Uno de los tesoros más buscados en el arco iris emocional! Y a mi juicio mal entendida o mal sentida por muchos de nosotros. Les decimos a los niños: “tienes que ser más empático” y a nosotros se nos pide -casi eternamente en esta pandemia- ser empáticos con los demás.


Primero -y como ya saben me gusta desenredar los conceptos y palabras- la empatía es la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo. La palabra empatía es de origen griego “empatheia” y significa emocionado.


La empatía hace que las personas se ayuden entre sí, está estrechamente ligada al altruismo -el amor y preocupación por los demás- y la capacidad de ayudar. La persona empática se caracteriza por tener afinidades e identificarse con otra persona, es como activar todas nuestras antenas emocionales… es saber escuchar -no solo oír- a los demás, entender sus problemas y emociones.


Según la psicología, la empatía es la capacidad psicológica o cognitiva de sentir o percibir lo que otra persona sentiría si estuviera en la misma situación vivida por esa persona. ¿Se han fijado cuando se da un pésame en los funerales? ¿Qué se escucha o dice habitualmente? “Lo siento, te acompaño en tu dolor, me imagino cómo te sientes…”


¿Qué tiene que ver la empatía con la simpatía? Como tal la simpatía es un sentimiento de afinidad que atrae e identifica a las personas, específicamente es cuando alguien cae bien, que se siente bien estar con ella por su forma de ser. Por otra parte, la empatía es la comprensión que siente una persona por otra en una determinada situación.


Podemos sentir a la vez simpatía y empatía por una persona.


¿Se puede ser simpático y NO empático? ¡También si soy simpático atraigo a los demás, soy yo el foco de atención! Si soy empático comprendo a los demás, el foco va y viene pero está mayoritariamente centrado en la otra persona.


¿Pueden ver la gran diferencia? A mi me gusta imaginar la empatía como una danza o un baile entre dos o más personas, tenemos que bailar o seguir un mismo ritmo para poder fluir y entendernos, ¡el tango creo sería un buen ejemplo! Un tango emocional en que escucho la música del otro o el otro acepta compartir y bailar mi música de fondo, sin tratar de imponer mi propio ritmo y respetando sus tiempos y pausas para bailar ese bello tango o danza del lenguaje de la contención emocional.


A veces solo basta un solo movimiento en esta danza para que el otro se sienta acogido y comprendido, a veces basta solo un gesto o abrazo o una frase... ¿Qué necesitas? y otras veces el movimiento es quietud y silencio...


Y para seguir desenredando… o enredar más este concepto voy a unir lo siguiente: la definición inicial dice claramente “es la intención…” No la obligación, ni como acto de magia inmediato, no siempre nos resulta ni nos sale fácil, porque solo somos seres humanos muy humanos e imperfectos: NO SOMOS UN ROBOT.


Entonces, los invito a preguntarse si están siendo simpáticos o empáticos y a atreverse a ser empáticos con la imagen del tango o danza emocional en mente… puede que ayude a fluir aunque a veces le pisemos el pie al otro 😁😁 y cuando eso pase… no importa… ¡solo somos seres humanos, muy pero muy humanos!



Carolina Carmona Alba

Fundadora Con-Sentido

carolina@con-sentido.cl


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