top of page

¿Resignado o Lánguido?

Hace unos días me encontré con un artículo en el New York Times que me llamó mucho la atención, se trataba de una nueva definición para un estado de ánimo o emoción en este 2021: La Languidez”.


Quien la siente o se ve atrapado en ella se siente como en un vacío, en estancamiento, pasando los días sin un rumbo determinado, mirando la vida a través de un vidrio empañado…


La verdad me sentí identificada y sobre todo identifiqué muchos síntomas o sensaciones de las personas con las cuales trabajo, problemas para concentrarse, dificultad para sentirse motivados, problemas para dormir, horarios cambiados, una sensación extraña, como si perdiéramos la noción de los tiempos... -¿Has visto la película del día de la marmota?-


Como nos gusta poner nombres a todo, para así sentir que tenemos algo de control sobre ello, y porque en la medida que lo nombramos lo hacemos consciente, -lo cual desde mi punto de vista es el primer paso y la clave para hacernos cargo de ello- esta emoción del 2021… se llama - sonido de platillos por favor- ¡Languidecer!


¿Por qué llegamos a esto?




Porque nuestro organismo al principio de la pandemia respondía en alerta máxima, ¡cómo de lucha o huida! Pero en la medida que este estado se prolonga nos vamos acostumbrando a vivir en alerta y eso a su vez se va transformado en costumbre, y a veces se convierte en una condición crónica de languidez como una forma de adaptación.


Es el punto medio entre el florecimiento del bienestar y la depresión, no es depresión , es ausencia de bienestar, es como estar en el limbo… ¡ni de un lado ni en el otro!


Desde mi humilde opinión se parece mucho a la resignación… Porque empaña tu motivación, tiñe todas tus emociones y estados de ánimo con un color neutro sin gusto a nada y sobre todo sin un rumbo claro y por supuesto sin pasión por la vida. Y lo peor es que como tú vidrio está empañado no te permite ver las posibilidades, te las tiñe muy oscuras o borrosas.


Frases o pensamientos como: “Así es la vida… No importa que no lo haga hoy, mañana será igual, da lo mismo, lo que yo haga no hará ninguna diferencia... así es la vida… seguramente no va a resultar, no tengo ganas de nada… como estamos en pandemia”...

En fin, podría nombrar muchísimas.



Los invito a mirarse y a darse un empujoncito para practicar hábitos que nos ayuden a salir de ese lugar tan insípido, a hacer consciencia si se sienten así… y a buscar lo que los motive o los conecte con su pasión y motivación nuevamente… la resignación o languidez puede convertirse en eterna y si hay algo que nos ha mostrado de frente esta pandemia es QUE LA VIDA ES MUY CORTA Y FRÁGIL PARA NO VIVIRLA DE VERDAD.

Así que a salir de la resignación y languidez, partamos por ponernos pequeñas metas y propósitos, simples y que nos vayan dejando un dulce sabor motivante que nos invite a ¡ir por más!


Para cerrar este capítulo agregarles que en la languidez o resignación hay mucha tristeza… quizás ayude el reconocerla, vivirla y dejar ir.


Carolina Carmona Alba

Fundadora Con - Sentido


Comments


bottom of page