Si tu vida fuera una torta, dónde cada trozo representan 10 años y que cada uno de ellos tiene un sabor y un color distinto. ¿Cómo sería esa torta?
¿Cómo llegué a proponerles esta reflexión? Les cuento: una gran amiga hace unos años -en un momento en el cual yo estaba ante una gran decisión y disyuntiva- me invitó a dibujar en un papel un círculo y me preguntó: "¿Hasta qué edad crees que vas a vivir?"
¡Fuerte pregunta! Quedé muy removida y contesté: “Hasta los 85” Nunca antes lo había pensado así. Luego me pidió separar en 10 años mi torta o pizza -si no les gustan los dulces- y pintar cada porción de un color distinto; sobre todo hacer el gesto de tachar o colorear cada uno de los que ya había vivido o transitado.
En ese momento eran para mí ¡5 trozos de 10 años!

Mi asombro fue en aumento ante una acción tan simple pero a la vez tan poderosa y removedora, entonces me hizo la pregunta:
¿Cómo quieres vivir lo que te queda?
En mi caso eran 3 trozos y medio… o sea: ¡nada! -así lo sentí en ese momento- y mi difícil decisión y disyuntiva se simplificaron y desenredaron solas, ante esa evidencia mi prioridad cambió drástica y mágicamente. Ya no tenía todo el tiempo del mundo por delante ¡me quedaban solo 3 y medio trozos de mi torta de vida!
Tenía que hacer algo -y no me refiero a vivir tu día como si fuera el último porque es muy difícil- pero sí a hacernos cargo de nuestros trozos y etapas de vida ¿Cómo la estamos viviendo y saboreando?. Quizás ignorando la sucesión de los días, porque nuestro objetivo es vivir uno solo, sin grandes sobresaltos ni pasiones, quizás buscando sueños y viviendo intensamente en un mar de emociones, o saboreando esos trozos con placidez y gusto, o desde la resignación y el miedo a innovar y quizás, cada trozo, a tenido un ritmo y sabor distintos, a mi me encantaría volver a saborear la porción de los 30 con la madurez y sabiduría de hoy ¡y hoy tener la energía y vitalidad que tenía en los primeros trozos de mi torta de vida!
Entonces te desafío a pintar o dibujar tu torta de vida, ¿en qué trozo estas?
¿Lo que has comido ha sido dulce o tenía algunos dejos amargos?
¿Te animas a endulzar y a ponerle sabores distintos a lo que te queda de torta?
Yo desde mi torta les quiero contar que la estoy saboreando y disfrutando al máximo, estoy teniendo consciencia de sus texturas, sabores y sorpresas también, sabores no conocidos y también reconociendo los de siempre.
Me cuentas...
Posdata: este simbolismo y ejercicio lo he usado muchas veces a lo largo de mi trayectoria acompañando a otros desde el coaching profesional y me sigue asombrando su poder removedor y despertador.
Carolina Carmona Alba
Fundadora Con - Sentido
carolina@con-sentido.cl
Comments