Me quiero mucho, poquito, nada...

Me quiero mucho, poquito, nada…

Me quiero mucho, poquito, nada…

Me amo mucho, poquito, nada…

¡Deshojando una margarita podríamos hacernos primero esta pregunta antes de preguntarnos si un otro nos quiere!

En este día del amor, en que nos conectamos con el amor a otro o que somos objeto de un saludo romántico, los quiero invitar a conectarnos con el amor hacia nosotros mismos partiendo por respondernos las siguientes preguntas:

¿Cómo me cuido? ¿Me valoro a mi mismo/a lo suficiente ?

¿Estoy haciendo lo que realmente amo? ¿Vivo mi vida con pasión?

¿Me rodeo de personas que me aportan? ¿Soy capaz de establecer límites sanos para mi?

¿Soy consciente de mis fortalezas? ¿Me hago cargo conscientemente de ser feliz?

¿Estoy comprometido/a con mis deseos y sueños? ¿Cuido mi cuerpo y espiritualidad?

¿Me he hecho algún regalo últimamente?

A veces tendemos a poner nuestras expectativas en lo externo: si otras personas nos aman seremos felices, el otro me ame ¡me cambiará la vida! Y vivieron felices para siempre -como el final de los cuentos infantiles-. Por supuesto que ayuda y suma recibir amor y cariño del bueno, pero si NO nos amamos a nosotros mismos primero, será un amor incompleto y con fecha de término.

El amor es un sentimiento maravilloso que abarca no solo lo romántico si no que abarca sensaciones y emociones grandes y poderosas que provocan cambios en la vida. En nombre del amor se han escrito los más bellos poemas, maravillosas canciones, se han cometido crímenes, locuras.

También nos conecta con la felicidad estar enamorados, ¡hasta nos ponemos mas lindo/as! O sufrimos porque alguien nos ha roto el corazón. ¿Quién no recuerda su primer amor? Incluso podemos conectar con el amor por la naturaleza o los animales, los libros, la buena comida, mirar las estrellas…

Ahora, como me encanta desenredar la historia, vamos al origen de esta celebración : se remonta a Roma “San Valentín”: el cristianismo lo comenzó a celebrar como contrapeso de las festividades paganas que se realizaban en el imperio romano. La fiesta en sí es conocida como un evento cultural significativo desde lo religioso por celebrarse el día de San Valentín y, desde lo laico, por relacionarse con los sentimientos de amor y amistad.

Volviendo al origen de mi reflexión con este día del amor, te invito a deshojar simbólicamente nuestra margarita, quiérete y amate mucho, por sobre todo respétate a ti mismo /a… no me cabe duda que desde ese lugar irradiarás y atraerás el AMOR en todas sus formas a tu vida ¡Feliz día del AMOR universal para mi y para ti!

Carolina Carmona Alba

Con - Sentido

carolina@con-sentido.cl

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