La semana pasada hablé del valor y la importancia de los ritos en la vida cotidiana, de lo poderoso que es ritualizar un momento, una emoción, un lugar, una fecha.
Yo practico ritos para limpiar o renovar energías en un espacio en el cual necesito fluir, me ayuda saberlo y hacerlo consciente. Ahora les voy a compartir mi reflexión con los rituales y ceremonias más preparados, más grandes y elaborados.
El origen de los rituales es ancestral, se vincula con las ceremonias iniciáticas, nos han acompañado siempre, en nuestro andar como seres humanos, abriendo y cerrando ciclos, estaciones, etapas de vida y muerte.
¿Cómo no conectarnos hoy en estas fechas con el rito del “día de los muertos”? que cómo dice Octavio Paz: “el culto a la vida, si de verdad es profundo y total, es también culto a la muerte. Ambas son inseparables, una civilización que niega a la muerte acaba por negar la vida.”
Todos estos ritos y ceremonias tienen desde el principio de los tiempos la finalidad de recordar y conectarnos con esa emoción de un cierre o apertura de ciclo, con la muerte y el dejar ir a personas o a una forma de vida como la conocíamos hasta ahora, soltar viejas ataduras que a veces nos pesan demasiado... dejar ir…
Cuando lo hacemos, algo pasa, nos focalizamos en ese momento, en esa emoción, hacemos consciencia.
Al mismo tiempo nos permite honrar y venerar lo positivo, en sincronía con el abrir tu vida a nuevos ciclos, a nuevos sentires, a nuevos lugares, a nuevas personas, a nuevos amaneceres, a nuevos colores.
Entonces: te invito a celebrar y crear hoy tu propio ritual del día de los muertos... ¿Qué quieres dejar morir en ti? ¿Qué parte de ti necesitas recordar? ¿Qué parte de tu vida estás dejando ir ? ¿Qué necesitas llorar?
Y… ¿Qué ritos tienes pendientes?
Feliz día de los muertos… ¡y de la vida!
Carolina Carmona Alba
Fundadora Con - Sentido
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